Osteoporosis

La osteoporosis se caracteriza por un adelgazamiento del tejido óseo y la pérdida de la densidad de los huesos con el tiempo. A menudo no presenta síntomas, sin embargo se relaciona con fracturas que pueden ser invalidantes e incluso letales. El propósito de abordar la osteoporosis es prevenir tales fracturas, aunque su tratamiento en si no suele ser suficiente y es necesario un método integral para abordar las causas fundamentales de dichas fracturas.

Entre los factores de riesgo de la osteoporosis destaca la edad avanzada, el tabaquismo, tener un peso menor a 75Kg o una pérdida reciente de 5 kg o más de peso, antecedentes de fractura osteoporósica en un familiar de primer grado e insuficiencia por vitamina D.

La baja densidad mineral ósea no es el factor de riesgo más importante, sino la existencia de una fragilidad previa por roturas anteriores, el mayor riesgo de caídas y la reducción de la fuerza como consecuencia de un estilo de vida sedentario, una movilidad reducida o una deficiencia de vitamina D. Por todo ello el tratamiento y la prevención desde la medicina integrativa no radica exclusivamente en la mejora de la densitometria osea (DMO) sino en la optimización del estado nutricional y la práctica del ejercicio físico para corregir el desequilibrio entre la formación y la resorción del hueso, aumentar la fuerza muscular y mejorar el equilibrio postural.

Hoy sabemos que la suplementación aislada con calcio a dosis altas no es suficiente para conseguir una correcta remineralización ósea, existen otros nutrientes como la vitamina D, el magnesio, la vitamina C o la vitamina K que juegan un papel fundamental en el metabolismo del calcio y deben de ser tenidos en cuenta. La nutrición no solo irá encaminada a conseguir un correcto equilibrio entre todos estos nutrientes, sino a evitar todos aquellos factores que estén favoreciendo la resorción mineral del hueso.

Además de una correcta nutrición, el abordaje integral de la osteoporosis incluirá un programa personalizado de ejercicio terapéutico adaptado a las necesidades y posibilidades del paciente  y un diagnóstico completo de las posibles causas hormonales o fisiopatológicas que puedan estar involucradas, tratándolas siempre desde el enfoque más fisiológico y natural posible.